Desde que el imaginario audiovisual existe, los instintos más básicos del Hombre han sido reproducidos en esa realidad ficticia que forma la narración cinemática. La sensación de la que podemos disfrutar hoy en día a la hora de interactuar con un videojuego, es tan asombrosa que parece hasta real. ¿Real?
Para ello, los creativos y desarrolladores de aplicaciones informáticas para el entretenimiento, ahondan en la sustancia más básica de la que se forman nuestros instintos animales. No tienen más que hacer uso de dos ingredientes para que la receta les quede redonda. El producto resultante será igual de sabroso. El plato culinario será degustado por infinidad de comensales, porque dos ingredientes básicos forman parte de su receta: el Sexo y la Violencia.
Y es que con sólo estos dos ingredientes, debidamente aderezados por una plataforma audiovisual cuidada y colorista, el éxito de un videojuego está prácticamente ganado.
El hombre y la mujer son dos mamíferos, no siempre inteligentes, que se dejan llevar por su instinto animal en la mayoría de las ocasiones. ¿Acaso va a ser diferente en la realidad creada desde el imaginario colectivo? Si algo funciona en la vida real, ¿por qué cambiarlo en la virtual?
Así, videojuegos como SoulCalibur; Ninja Gaiden Sigma 2; StarWars: The Force Unleashed; por poner unos ejemplos, hacen apología de la interactividad más absoluta pero a través de nuestros ingredientes preferidos en la receta. Sexo y Violencia se dan cita a la par en estos videojuegos, otorgándoles una aureola de atracción irresistible hacia el imaginario colectivo.
Entiéndanse apropiadamente, al leer las tan vapuleadas palabras por la sociedad, Sexo y Violencia, como meros representantes de lo que en realidad son. Ya que si en esa realidad ficticia creada por la calenturienta imaginación de esos creativos que forman parte de nosotros mismos, se dieran cita de forma explícita el verdadero Sexo y la verdadera Violencia, no saldrían ni siquiera de la mesa del dibujante, y mucho menos hacia el mercado para su venta.
Pero qué sino sexo, o su eufemismo llamado erotismo, vemos ante esta imagen de Soulcalibur:
De hecho, aquí se representa a la figura del Guerrero, incluso mejor: de la Guerrera, con sus prominentes "defensas delanteras", para dejar más que boquiabierto a su oponente y tener todas las de ganar.
O qué nos encontramos antes esta imagen de Ninja Gaiden Sigma 2, sino verdadera sensualidad y atracción sibilina:
Claro está que el referente más absoluto en la creación de Mundos Fantásticos y Ciencia Ficción, no se iba a quedar atrás en lo que a representación de la violencia se refiere. Y aquí podéis contemplar al Jedi de StarWars: The Force Unleashed, haciendo gala de sus más variadas dotes en la lucha:
Es algo más que palpable que "el lobo del Hombre" se contextualiza de igual forma en esa realidad ficticia, la cual es un 'alter ego' de nuestra condición de animales de instintos básicos. Y por ello, encontramos tan atractivo ese mundo ficticio de realidad consumada.
Sin duda, el atractivo y la segmentación de esos instintos, convierte a los videojuegos que mejor saben hacer uso de ellos, en fulgurantes éxitos que dominan las consolas y los sistemas informáticos de los pobres mortales.
Desde allí, nosotros mismos, esos vulnerables hombres y mujeres, se transforman en aquello que desean ser. En aquella representación del Erotismo y la Violencia. Se convierten en el Gran Guerrero Sexual.
Sin duda, el atractivo y la segmentación de esos instintos, convierte a los videojuegos que mejor saben hacer uso de ellos, en fulgurantes éxitos que dominan las consolas y los sistemas informáticos de los pobres mortales.
Desde allí, nosotros mismos, esos vulnerables hombres y mujeres, se transforman en aquello que desean ser. En aquella representación del Erotismo y la Violencia. Se convierten en el Gran Guerrero Sexual.
"Compartir es Sexy" TweetWikio
No hay comentarios:
Publicar un comentario